El primer paso para un buen rebozado empieza en la harina. Aunque no es fundamental, podemos pasar la harina por un tamiz hasta llenar el recipiente con al menos un dedo de altura.
También podemos manipular el alimento con las manos enharinadas o con un par de cucharas o tenedores.
Una vez enharinado, hay que sacudirlo suavemente para que se desprenda el exceso que pueda llegar a tener.
Después lo sumergimos en huevo bien batido. Dependiendo qué alimento rebocemos debe ser el tamaño. Si no son muy grandes, un cuenco puede estar bien, ya que con menos cantidad de huevo tendremos más profundidad.
Una vez que comprobemos que el huevo ha bañado completamente la pieza, lo pasamos por pan rallado, haciendo una leve presión para que se adhiera mejor antes de introducirlo en el aceite.
Si le ponemos un poco de ajo, perejil o hierbas aromáticas al rebozado, tendremos un resultado diferente y super rico.
El aceite debe estar muy caliente (160-170°C) y debemos freír pocas piezas a la vez, para que la temperatura no baje.
Si apanas con pan rallado tené en cuenta que el pan rallado ya aportará cierta cantidad de sal, por lo que debemos tener cuidado al sazonar.
Una opción para apanado vegano podés no usar nada, usar jugo, leche o bebidas vegetales o mezclar harina y agua
También podemos apanar y rebozar con semillas, frutos secos o cereales.